Marta es una joven muchacha de 27 años y tiene pareja desde hace algún tiempo. Su vida es algo aburrida ya que esta todo el día trabajando y casi no tiene tiempo para salir con los amigos.
Una mañana en la que Marta tenía fiesta, decidió llamar a un amigo para quedar a tomar una cerveza, hablar, recordar viejos tiempo etc. El chico al principio parecía no tener mucha intención de quedar pero al final Marta lo convenció y el chico acepto la propuesta. Quedaron en un bar bastante elegante del centro de la ciudad… Relato Marta y su amigo Una vez allí, se pidieron una cerveza cada uno y se dispusieron a sentarse en una mesa. Una vez sentados comenzaron a hablar sobre ellos a preguntase que tal les iba todo etc. Marta le contó que estaba trabajando, que tenía novio desde hace ya un tiempo…
El chico mientras escuchaba a Marta desvió su mirada un momento hacia sus pechos que aunque estaban tapados eran bastante grandes y apetecibles.
Marta se dio cuenta de que le estaba mirando los pechos y le miro fijamente a los ojos y el rápidamente quito la mirada de sus senos. Marta cogió con las manos sus pechos y le dijo al chico ¿te gustan?
El en un primer instante se quedo algo asombrado ya que no se esperaba que le preguntase eso pero en vez de callarse le contesto que si que le gustaban.
Marta decidida le dijo que si quería probarlos, a lo que el chico asintió con la cabeza.
Marta se levanto lo cogió de la mano y lo llevo al aseo de señoras, cerro la puerta con cerrojo y comenzó a besarlo apasionadamente. Mientras lo besaba empezó a bajarle la bragueta del pantalón. Una vez bajada la bragueta le saco la polla y empezó a acariciársela suavemente de arriba a abajo.
El chico le bajo los pantalones a Marta y también empezó a acariciarla por su coñito. Ambos estaban muy excitados, Marta cada vez masturbaba al chico más rápido. Marta se quito la camiseta y el sujetador dejando así al aire libre sus enormes pechos, los cuales el chico no pudo resistir a tocar.
Tras esto Marta sentó al muchacho sobre el inodoro le bajo completamente los pantalones y se la comenzó a chupar.
Marta cada vez chupaba más y más rápido y el chico cada vez se estremecía más y más de placer. Él, tenía que agarrarse de los pechos de Marta para así evitar el gritar dentro del baño y que los pillasen.
Marta seguía y seguía hasta que al final el chico que corrió en su boca.
Tras todo esto cada uno marcho a su respectivo hogar.
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