Mi nombre es David y llevo unos 15 años en pareja con Marta. Siempre hemos tenido una conexión única, muy amorosa. Al principio de nuestra relación, cuando éramos más jóvenes, teníamos mucho sexo salvaje. Ahora, ya de más grandes, se vuelve una ocasión “especial”.
Pero este último año, las cosas han cambiado. Algo parece haberse roto. Decidimos que un viaje nos vendría bien como pareja. Y elegimos que Mallorca sería el sitio al que viajaríamos para disfrutar de unos días en la playa y en soledad.
La primera noche tuvimos sexo, pero Marta estaba con la cabeza en cualquier otro lado. Me di cuenta enseguida que estaba fingiendo y que esperaba que terminara de una vez. Me dormí esa noche enfadado y decepcionado, esto no podía seguir así, pero no sabía qué hacer.
A la mañana siguiente, al despertarme, me encontré con una nota de Marta que me decía que se había ido al centro de compras y que estaría fuera todo el día. Que la esperara en la habitación del hotel a las 19 horas, que llegaría con una sorpresa. No supe qué hacer. Eso era raro en Marta y la verdad es que me preocupe. Pasé todo el día solo, de un lado al otro dándole vueltas en la cabeza.
Cuando Marta llegó al hotel, mi sorpresa fue mayúscula.
Marta: “David, ¿estás aquí? Cierra los ojos que tengo una sorpresa.”
David: ”¿Qué es Marta? ¡No me asustes!”
Marta: “Tranquilo, que te va a gustar…”
Cerré los ojos y escuché cómo la puerta se cerraba. Por un momento me pareció que había una persona más pero serían los ruidos de la habitación.
Marta: “Te voy a vendar los ojos y cuando yo te diga te vas a quitar la venda, ¿vale?”
David: “Pero… ¿Qué es este juego Marta?”
Marta: “Confía en mi.”
Aunque no entendía nada, no tuve otra opción que confiar. Marta se acercó y con un pañuelo suyo me vendó los ojos. Confieso que eso ya me empezó a poner cachondo. Después, me llevó hasta la cama y me hizo sentar. A los minutos empecé a escuchar delante de mi dos respiraciones y el sonido de unos besos. “¿Qué era eso? ¿Quién estaba en mi cama?”. No me pude aguantar y me quité la venda.
¡Vaya espectáculo que me encontré delante de mi!. Marta, mi mujer, la que la noche pensaba en otra cosa mientras tenías sexo estaba en mi cama junto a una chica, una morena de pelo largo con un cuerpo espectacular, desnudas las dos y besándose. Tenía delante de mi a la fantasía que siempre había soñado: un trío en Mallorca con mi esposa y una chica. ¡No lo podía creer!
Marta: “Ella se llama Bárbara y la invité a que comparta un ratito con nosotros… ¿Te gusta?”.
No hizo falta decir más. Se me puso dura de inmediato al ver lo que estaba delante de mi. Bárbara era una escort de Palma de Mallorca que mi mujer eligió para nosotros.
David: “Hola Bárbara, encantado” le dije mientras me acercaba a besarla.
Las dos se acercaron a mi y me quitaron la ropa. Mientras Marta me terminaba de quitar el calzoncillo, Bárbara se acercó a mi oído.
Bárbara: “Tranquilo, relájate…”.
Le hizo un gesto a Marta para que me chupara la polla mientras Bárbara me decía guarrerías al oído y con mis manos le estimulaba su coño.
Después el espectáculo fue entre ellas. Se besaron, se metieron mano en el coño mientras era Bárbara la que me pajeaba con mis ojos desorbitados viendo a la escort de Palma de Mallorca y mi mujer en mi cama.
Mi mujer Marta me ordenó que metiera mi polla en el coño de Bárbara. Había olvidado lo que se sentía estar dentro de otra mujer. Ella se puso detrás de Bárbara para tocarle sus tetas y mientras hacia todo eso no podía dejar de mirarla.
Tras unos minutos, cambiaron, y ahora el turno de Marta. La follé como hacía años no la follaba, mientras con una de mis manos tocaba el coño de Bárbara y ella le chupaba las tetas a mi mujer. La cara de placer de Marta era un espectáculo. No la había visto así desde nuestra juventud. ¡¡¡Si hubiera sabido que esta era la solución, habríamos hecho otros tríos en Mallorca mucho antes!!!
Bárbara se puso en cuatro para que se la metiera por el culo, y Marta se puso delante, mientras Bárbara le comía su coño. Escuchar los gemidos de Marta me ponía aún más cachondo. Después cambiamos y fui a por mi esposa. Bárbara se acercó para decirme guarrerías al oído y estimularme mi ano.
Me iba a correr. Marta y Bárbara se dieron cuenta y vinieron delante de mi para recibir toda mi leche. Tener a dos mujeres delante de mi así me volvió loco y tuve el mayor orgasmo de mi vida. Bárbara siguió estimulando a Marta y yo también. Llegó a tener tres orgasmos seguidos.
Fue la mejor noche de nuestras vidas. Nos despedimos de Bárbara de la Agencia Best Escort Mallorca esperando volver a verla y nos dormimos felices, abrazados, como hacía tiempo no lo hacíamos. No veo la hora de repetir com otros tríos en Mallorca.
